​Oración de la Noche

Señor, a esta hora que el sol se está ocultando para darle fin a este largo día lleno de trabajo, proyectos, estudios, labores y responsabilidades, quiero agradecerte porque me permitiste vivir todas las experiencias de hoy.

​Perdóname Señor si a veces desfallezco y me dejo llevar por las preocupaciones del día, porque quizás no siempre las cosas me salen bien o porque siento que mis cargas son muy pesadas y a veces reniego de ellas. Esta noche quiero librar mi mente de perturbaciones recordando que bajo tu manto y protección todo estará bien.

Dios Padre, enséñame cada día a reconocer mis faltas y aprender a aborrecerlas, a ser cada día una mejor persona a ayudar al prójimo y obedecer tus mandatos.​

Te ruego mi Dios que tu amor, tu paz y tu serenidad me envuelva en esta noche y que mi casa sea protegida y bendecida por ti.

​Amen.

Oración de la noche para pedir perdón

Oh Dios, dame en esta hora la gracia de reconocer debidamente mis pecados ante ti, y de arrepentirme de ellos verdaderamente. Borra de tu libro, Señor de misericordia, mis múltiples acciones cometidas contra ti. Perdóname todas las distracciones en la oración, mis pecados de omisión, y mis pecados deliberados contra la conciencia.

Dame luz para ver lo que he de hacer, valor para emprenderlo y firmeza para llevarlo a cabo. Que en todas las cosas avance en la obra de santificación, de la realización de tu voluntad; y que en definitiva, por tu misericordia, pueda alcanzar la gloria de tu Reino eterno, por Jesucristo nuestro Señor. 

Oración al acostarse

Oh buen dios, haced que mientras yo duerma, mi corazón esté velando: que sea yo preservado de todo mal por vuestros ángeles, a los cuales ordenasteis que me guarden en todos mis caminos. Protesto que mientras estaré entregado al sueño, quisiera adoraros del modo que os adoran vuestros ángeles en el cielo, y ya que la naturaleza exige el reposo de mi frágil y miserable cuerpo, os ofrezco las adoraciones que os tributan los espíritus celestiales, así como las oraciones, las lágrimas, las mortificaciones y penitencias de todos vuestros siervos que pasan una gran parte de la noche entregados a estos piadosos ejercicios.

Aceptad, Dios mío, estos ofrecimientos y deseos de mi corazón, para que de día y de noche no cese de alabar vuestro santo nombre. Os pido, Señor, esta gracia por los méritos del Sagrado Corazón de vuestro santísimo Hijo mi Redentor y Salvador mío.

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